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Mostrando entradas de junio, 2008

Del Discurso de la Normalidad al Discurso de la Complejidad

Las reglas canónicas de nuestro discurso, por estar basadas en la nominación y en la identificación, imponen una rigidez palmaria al significado que le damos al mundo, cuando nos comunicamos en el día a día. Para poner en evidencia de que esto es así, basta y sobra con que reflexionemos brevemente en cómo “construimos” ese mundo en nuestro discurso. Nombramos los seres y las cosas para, clasificándolos, establecer sus relaciones y así ordenar lo que percibimos, pensamos y decimos. Esto y muy poco más es lo que nos deja hacer la ortodoxia lógica, fundamentalmente en nuestras lenguas indo-europeas llevadas hasta el hartazgo, durante el medioevo, por los caminos de la identidad escolástica, de la pecaminosa contradicción, y del siniestro tertium non datur (‘una tercera (cosa) no se da’) que supo de la normalización por Leibniz . (recordar que las lenguas indo-europeas incluyen 150 idiomas hablados por casi la mitad de la población mundial). Es verdad que este ‘binarismo’ radical ha dado

¿Por qué no hablan los monos?

Desde que Darwin nos diera ‘letra’ para la metáfora, consideramos la vida como una larga cadena (la evolución) en cuyo último eslabón nos ubicamos; mientras que el primero, permanece aun sumido en las frías tinieblas de un profundo abismo. Esta pintoresca figura, que podría trocarse por la de un árbol si quisiéramos ser más técnicos, nos permite tener una visión del conjunto (disjunto) que llamamos ‘vida’. Esta cadena a la que aludíamos, no se encuentra erguida sin ningún sustento sino que pende de la base de un trono, al cual nos hemos encaramado para, y oficiando de semidioses (o dioses ‘dedicación exclusiva’), contemplar todas las otras formas (‘inferiores’) de vida que nos acompañan en este viaje metafórico. ¿Qué fue lo que pasó? O mejor: ¿De qué dependió que solo uno de los ‘viajeros’ anticipara el final del viaje? Simplemente lo que pasó es que el ‘dios’ (el dueño) de esa cadena (de la evolución): HABLA . Esto último que en apariencia le da ‘carne’ a la metáfora ¿es realme

Numeración Binaria

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Un hecho cotidiano como el que está ocurriendo en este instante,en el que usted está leyendo este artículo, presupone un fenómeno casi mágico y misterioso que permite una comunicación fluida con todo el mundo desde un lugar cómodo de nuestro hogar o lugar de trabajo. ¿Qué es lo que permite este ‘casi’ milagro? Pocas cosas en la historia de la humanidad y de su cultura han tenido la relevancia que ha adquirido en estos tiempos, un código: la Numeración Binaria. No existe ningún milagro sino el hecho de haber elegido una convención para representar determinados fenómenos. A no dudarlo que fue una elección prodigiosa. ¿Por qué se eligió? ¿Qué significa binario? ¿De dónde proviene? ¿Alguien lo inventó? En las próximas líneas trataremos de dar respuesta a estos interrogantes y mostrar algunas particularidades que rodean al tema. En primer lugar y para allanar el terreno, definiremos sucintamente algunos términos técnicos, para que no dificulten la aprehensión de la sutil belleza d

Los Chinos y el ADN

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La antigua filosofía china legó a la cultura oriental una serie de cinco documentos fundamentales (los Ching) que dejan plasmado el pensamiento de este pueblo milenario. Uno de esos documentos y quizás el que mayor difusión haya tenido, es el libro de los cambios o de la mutaciones (I Ching). (Wilhelm, 2007) Este tratado de filosofía natural fue compilado por Fu-Hsi y editado por Confusio y su origen se ubica aproximadamente, en el S. XI a.C. En un comienzo fue un libro sin palabras, tan solo una sucesión finita de signos no idiomáticos de significados infinitos y como tal, una síntesis enciclopédica de la realidad que daba la posibilidad de descubrir las contradicciones que se esconden tras las apariencias y comprender así, cabalmente, los cambios que se suceden en nuestra vida. De esta manera – como dice Vogelmann (1975) – este legado de la antigüedad china es una versión ‘humanista’ del lenguaje de los signos, que en sí es abstracto y omnicomprensivo, pues se refiere fundamentalment

Planilandia, una novela de muchas dimensiones

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Título original: Flatland, A Romance of Many Dimensions de Edwin Abbott Abbott . Este libro de ciencia ficción publicado por primera vez en el Londres de 1884, desde sus pocas hojas impactó profundamente a la sociedad victoriana de aquel entonces. No era para menos. Provisto de un lenguaje sencillo (adquirido en sus prédicas anglicanas) Abbott esgrime su pluma contra la segregación social, el desprecio del papel social de la mujer y el extremismo ideológico, propios de la Inglaterra de fines del S. XIX. Otros aspectos de la obra incluyen, por un lado: lo científico cuando habla de las dimensiones y da pautas, a través de una ingeniosa analogía, para comprender la cuarta dimensión; tema este que debido a los trabajos de los matemáticos Lobachevsky, Gauss y Riemann, entre otros, sobre geometrías no Euclídeas y multidimensionales, había adquirido un particular interés dentro del ámbito académico-científico; y por otro lado: lo teológico al hablar de ciertas experiencias espirituales inte

¿Estaba en lo cierto Platón?

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La realidad que nos rodea y que nos tiene por uno de sus innúmeros protagonistas, se despliega allá, ‘afuera’; pero también aquí, ‘adentro’, en lo profundo de nuestro ser y existe como una especie de vaivén misterioso que nos lleva a contemplar estas realidades como una única realidad pero donde, de cualquier forma, necesariamente debemos hacer comparecer infinitamente, la una ante la otra y viceversa. Para no complicar las cosas, analicemos por un instante la realidad externa a nosotros, la de todos los días; la de los objetos, las personas, los animales. Es asumido intuitivamente que todo esto e inclusive nosotros mismos, discurre por un mundo real de tres dimensiones (3D), aquellas que dan forma a nuestro espacio físico común. Sería considerado como un alienado aquel que osara contradecir esta fuerte evidencia; pero, qué ocurriría si esto fuera una mera ilusión? No, no he perdido la razón. Hagamos una simple prueba. Tapemos uno de nuestros ojos, sin cerrarlo, con la palma de un

Anales de Lingüística

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Un nuevo número de los Anales de Lingüística acaba de aparecer. Publicado por el Instituto de Lingüística y Centro de Estudios Lingüísticos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. En esta oportunidad la publicación comprende los tomos XXVII – XXVIII – XXIX, correspondientes a los años 2005, 2006 y 2007. Con este número de los Anales hemos querido privilegiar la difusión del hacer investigativo de nuestro Instituto de Lingüística, por esto la mayoría de los trabajos que aparecen en él pertenecen a sus miembros Mg. Ana María Vega (Cuerpo Editorial) CONTENIDO Vega, Ana María: Palabras de presentación Artículos Gil, José María: Implicatura conversacional y valor de verdad. Gallardo, Susana: Modalidad deóntica en textos de medicina y computación. Mendoza, Martha: Emoción y metáfora: un estudio comparativo de la expresión lingüística de la alegría y el enojo en inglés y en español. Salatino, Dante Roberto: Realidad, lenguaje natural y una