Viaje Mental en el Tiempo

En el Journal of Neuroscience, 18 de Febrero 2015, 35(7): 2914-2926, James E. Kragel y colaboradores, del Departamento de Psicología de la Universidad Vanderbilt, Nashville, Tennessee, USA, publicaron el trabajo "Neural activity in the medial temporal lobe reveals the fidelity of mental time travel" (La actividad neuronal en el lóbulo temporal medial revela la fidelidad del viaje mental en el tiempo)

Basados en los estudios y definición que Endel Tulving hiciera en 1993 de la memoria episódica (Tulving, E. (1993) What is episodic memory? Current Directions in Psychological Science 2:67–70), a la que distinguía de la memoria semántica, pero a la vez, las interrelacionaba, diciendo que esta última se encargaba de retener el conocimiento sobre el mundo, en el sentido amplio, es decir, de todas las cosas que no están aquí y ahora; mientras que la primera le daba el contexto temporal; o sea, permite 'viajar al pasado' y ubicar en el tiempo lo registrado en la memoria semántica.

Sean Polyn, el director del proyecto, manifestó que el descubrimiento principal consiste en que cada fragmento de la memoria episódica de un ser humano está marcado con las llamadas 'timestamps' ('marcas del tiempo'). Estas marcas se parecen a los índices que se usan en los archivos electrónicos, vale decir, la manera en cómo se guardan se asemeja a la clasificación de los archivos informáticos en función de su fecha y hora de creación.

Con el fin de determinar las funciones cognitivas de las distintas subregiones del lóbulo temporal medial (LTM) durante la búsqueda en la memoria, los investigadores desarrollaron modelos computacionales que pusieron a prueba hipótesis sobre los vínculos entre las operaciones cognitivas complejas y actividad BOLD (dependiente del nivel de oxigenación sanguínea cerebral) registrado durante la recuperación. Encontraron evidencia de que las distintas estructuras del LTM se asocian con diferentes mecanismos computacionales que predicen el desempeño exitoso y la organización temporal durante una tarea de recuerdo libre. Estos resultados implican, que en el restablecimiento del contexto temporal de los episodios anteriores están involucrados el giro parahipocampal posterior y el hipocampo. Este restablecimiento temporal se piensa que es un mecanismo importante que apoya el revivir subjetivo de la experiencia pasada, propuesto por Tulving, 1993. En contraste, las estructuras anteriores del LTM, incluyendo la corteza perirrinal, fueron indiferentes a la estructura temporal de los recuerdos recuperados, aunque en general, no a la recuperación de elementos de soporte del episodio objetivo.

Para nuestra investigación, también tienen enorme importancia estos hallazgos, porque desde mi Tesis Doctoral (2009) vengo proponiendo la existencia de una memoria estructural, que en su momento bauticé como ADN psíquico, dada su similitud en la disposición y en la codificación con ese material biológico, en donde se registra la historia del sujeto y toda su experiencia, con una periodicidad de 25 mseg, que es el tiempo cronológico que utiliza el cerebro para 'rastrear' la realidad externa y percibirla. Esto surge del rastreo fronto-caudal de la corteza que el sistema tálamocortical realiza a 40 Hz, tanto en vigilia como durante el sueño MOR, según lo demostraran Llinás & Rivary en 1993.



En la figura anterior podemos ver cómo soluciono el registro temporal de la realidad percibida. Cada espira que separa dos 'Ahora' consecutivos (Ah1 y Ah2) representa 25 mseg de tiempo externo. Por tanto, si se necesita traer al momento actual un recuerdo (o sea, viajar al pasado), bastaría con contar hacia atrás tantas espiras como sean necesarias para llegar al 'recuerdo' ubicado en el pasado, teniendo en cuenta que un solo día dispone de 3.456.000 espiras.

El mecanismo que yo propongo para ubicar un hecho registrado en el pasado es similar al que emplea una célula cualquiera de nuestro organismo, cuando tiene que fabricar una proteína basándose en el molde que le provee su ADN nuclear. La espiral de la memoria estructural es el ADN psíquico que sirve de 'molde' para que, cuando 'armamos' un hecho en nuestra memoria transitoria (equivalente a los aminoácidos elementales para formar una proteína), por complementariedad se dispongan frente a la parte del molde que se corresponda y eso es tomado como recuerdo; contando las espiras que hay entre el aquí y ahora y ese lugar señalado por la ubicación del hecho en el recuerdo, tendremos la fecha y la hora de cuando sucedió ese hecho, con una precisión de 25 mseg.